El propietario de las marcas Magners y Bulmers ha advertido del impacto de que los consumidores sean más cuidadosos con su dinero en efectivo.
C&C Group cree que la presión inflacionista está provocando que la gente recorte su gasto discrecional, lo que se traduce en una ralentización de las ventas en el sector hostelero.
Se dice que el comercio ha sido robusto al comienzo del año financiero del fabricante y mayorista de bebidas en marzo. Luego, el sector de la hostelería experimentó un debilitamiento de la demanda en el segundo trimestre, que abarca los tres meses hasta finales de agosto.
A pesar de ello, C&C espera que sus ingresos netos aumenten un 35% interanual, hasta los 900 millones de euros, en términos similares a los niveles anteriores a Covid. El beneficio operativo se situará entre 52 y 55 millones de euros en los seis meses hasta agosto.
La empresa dijo: «En el primer semestre, la demanda volvió a ser fuerte al principio del periodo. Sin embargo, en consonancia con el mercado en general y con el impacto de la inflación en el gasto discrecional de los consumidores, el grupo ha experimentado una ralentización en el impulso de la hostelería durante el segundo trimestre».
C&C, con sede en Dublín, cotiza en la Bolsa de Londres. Realiza la mayor parte de sus ventas en el Reino Unido e Irlanda, además de tener algunas exportaciones.
Las acciones de C&C cerraron con una fuerte caída, del 8,1%, o 14 peniques, a 159¾ peniques.